Si bien los caballos pertenecen a
una especie y todo cumplen con los mismos rasgos, debemos decir que las características del caballo tienen mucho
que ver con la utilización que se le dé al animal.
Decimos esto porque es importante
que tengamos en cuenta que las características del caballo de carrera no son
las mismas con las que debe cumplir un caballo de salto o un caballo de polo,
por eso es importante que tengamos bien en claro siempre, con qué tipo de
actividad cumplirá nuestro caballo. Pero las razas también influyen mucho en
las características del caballo en sí, ya que no es lo mismo un caballo árabe
que un caballo criollo, pero en estos casos en donde las razas son tan
extremas, las características que los diferencian saltan enseguida a la vista,
una de ellas es la cola del caballo. Ahora bien, podemos decir también que hay
determinadas razas que son más utilizadas en salto que en carreras y es aquí en
donde, a pesar de las diferentes razas, las características del caballo son las
mismas ya que justamente con ellas deben cumplir para adaptarse a la disciplina
para la que se lo entrene.
Por
ejemplo, los caballos de salto
deben destacarse por su porte, el cual incluye un hocico alargado,
un lomo ancho y patas largas ya que justamente una de las principales
características del caballo de salto es que debe ser muy alto, para así poder
desempeñarse mucho mejor en esta disciplina, y en este sentido debemos decir
que el hecho de que sean altos no implican que deban ser veloces.
Por el contrario y en el caso de las características del caballo de carreras debemos decir
que simplemente debe demostrar una gran velocidad y una alta resistencia, ya
que son los dos factores más influyentes a la hora de entrenar a un caballo de
carreras ganador.
Algo parecido sucede con los caballos de polo, quienes
también poseen como característica de su desempeño la velocidad y la
resistencia, pero de todos modos debemos decir que aunque ambos tipos de
caballos posean las mismas características de todas maneras el entrenamiento
que reciben es completamente diferente.
Pero de todas maneras y a pesar de las
diferentes razas y las diferentes disciplinas para las cuales se los entrena,
las características del caballo se resumen en que el mismo debe tener un buen
porte, un buen paso y por sobre todas las cosas presentar un excelente estado
físico.
Proporciones: mesomorfo, el diámetro longitudinal (DL 135,9 cm) y la alzada a la cruz
(AzCr 134,5) promedios presentan muy poca diferencia entre sí
(Canelón, J.L. et al., 2002).
Peso: elipométrico, su peso promedio adulto
presenta valores menores a 350 kilogramos. M. Canelón etal. (2003) reseñan el mayor promedio de peso, de 318,27 kilogramos para machos adultos mayores de 6 años. En este sentido, los resultados obtenidos difieren de lo expresado por Cabrera (1945) y De Armas (1946), aunque este último expresa que los caballos criollos pesados por él, no pasaron de 350 kilogramos en su mayoría y que muy pocos llegaron a 400 kilogramos, encontrándose los caballos en buen estado de
carnes.
Perfil
frontonasal: en nuestras observaciones, el 91,4
p.100 (64) de los caballos presentó perfil recto,
coincidiendo con Cabrera (1945) y De Armas (1946). El 8,5 p.100 (6) de los caballos
estudiados presentó un perfil subconvexo. Este perfil es aceptado en el modelo racial de la raza criolla en argentina
(www.viarural.com.ar).
No encontramos perfil convexo en los ejemplares estudiados, citado por De Armas (1946) como presente en pequeña
proporción.
Biometría:
alzada a la cruz. J.L.
Canelón et al.
(2002) encontraron valores promedios para la alzada a la cruz de 134,5 cm con desviación estándar de 4,8 cm menores a los citados por Cabrera (1945) y por De Armas (1946) aunque más
próximos a estos últimos.
Perímetro torácico. J.L. Canelón et al. (2002)
encontraron un valor medio
CaracteristicasCanelon.p65
218 01/12/2005, 12:32Archivos de zootecnia vol. 54, núm. 206-207, p. 219. de 156,7 cm con
desviación
estándar de 8,6 cm en caballos Criollos de Apure. Diferente a 1,57 cm hasta 1,72 cm citado por De
Armas (1946). Diámetro de la caña. Para esta medición, J.L. Canelón et
al. (2002) reportan un valor medio de 18,1 cm con
desviación estándar de 1,6 cm. No se encontraron otros reportes.
Pelajes: M. Canelón et al. (2003) mencionan una
gran variedad de pelajes en el caballo Criollo: alazán, amarillo, bayo, castaño, negro, palomino, pinto, rosillo, ruano, tordillo, zaino. De Armas
(1946) menciona además cebruno y nosotros hemos observado el
capino o pseudoalbino.
Cabeza: triangular, de base ancha y vértice fino,
mediana a grande, frente generalmente ancha y plana. Carrillos medianamente destacados. Ojos expresivos, de
forma triangular. Orejas medianas, puntas hacia arriba.
Ollares en forma de coma invertida, mediana,
elástica.
Crines: cola, crin y tupé abundante. Cerdas gruesas y
abundantes. Cernejas
escasas.
Cuello: mediano,
simétrico, generalmente grueso, de nacimiento bajo.
Recto a subconvexo en línea superior, recto en línea
inferior. Ocasionalmente cuello cóncavo en línea superior.
Tendencia a unión horizontal con el tronco. Unión con la cabeza no muy bien definida,
particularmente en garganta.
Cruz: en el 50 p.100 de los casos (35) encontramos
cruz mediana y larga, 19 p.100 destacada y larga, y 15 p.100 baja y larga. Poco musculosa, limpia, unida
suavemente al tronco.
Dorso y lomo:
recto, fuerte, mediano algunas veces alargado. Raramente cóncavo o convexo.
Pecho: tiende a ser estrecho, poco musculoso.
Tronco: cilíndrico, con tendencia a ser alargado.
Costillas poco a moderadamente arqueadas.
Grupa: corta o
muy corta. Derribada. Poco musculosa. Vista desde atrás
proporcionada.
Cola: maslo
mediano a largo, abundantes crines. De inserción notoriamente baja.
Espalda:
proporcionada, medianamente inclinada. Medianamente separadas entre sí y poco
musculadas.
Brazo y codo: de
longitud proporcionada y medianamente musculado.
Codos separados
del tronco.
Antebrazo:
largos, recto, poco musculado.
Rodillas: medianamente anchas, cerca del suelo.
Muslos: relativamente anchos y musculados.
Nalgas largas y descendidas.
Piernas: largas. Medianamente musculadas.
Cordón del corvejón fuerte y bien definido.
Corvejones:
fuertes, medianamente anchos, definidos, cerca de tierra.
Cañas: cortas. Cuerda o tendones destacados y
definidos. No muy gruesas.
Menudillos: definidos, fuertes con pocas cernejas.
Cuartillas: fuertes, medianamente inclinadas y de
longitud proporcionada.
Cascos:
medianos. Muy resistentes.
Temperamento:
tranquilo en descanso, pero de respuesta rápida y briosa a la exigencia del jinete. No se considera de temperamento nervioso ni linfático.
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