Cuando se encontraban en libertad los
caballos hacían grandes recorridos en busca de agua y comida, consumían todo
el día hierbas, pastos, hojas y un poco de tierra, de la cual obtenían
algunos minerales esenciales. Ellos mismos regulaban su alimentación y aunque
los veíamos comer todo el día, en realidad consumían pocas cantidades de
pastos. Cuando el hombre domesticó al caballo cambió toda su forma de vida y
alimentación, lo encerró en pequeños espacios y redujo el número de comidas a
dos por día, el caballo debía resistir todo el día con el alimento que su pequeño
estómago podía contener en esas ocasiones. La consecuencia de este cambio
alimenticio es que el caballo sufra a menudo cólicos, parasitosis y otras
enfermedades, que en estado salvaje difícilmente se presentan.
El caballo tiene un estómago muy pequeño comparado con el tamaño de su cuerpo
y un aparato digestivo hecho para consumir pequeñas cantidades de alimento
varias veces al día. Es un animal herbívoro monogástrico, no rumiante. Esto
quiere decir que: se alimenta de plantas; sólo tiene un estómago a diferencia
de los rumiantes - vacas, borregos y cabras, que tienen dividido el estómago
en varios compartimentos; y lleva a cabo su digestión por medio de enzimas,
como el humano. El proceso digestivo comienza siempre con la masticación, de
ahí la importancia de que los caballos cuenten con una dentadura sana,
posterior a la masticación se forma el bolo alimenticio, éste llega por medio
del esófago al estómago, el cual cuenta con un primer esfínter llamado
cárdias que por su forma y disposición impide que el caballo vomite o
regurgite. Este esfínter al producirse una distensión gástrica, por cualquier
causa, se cierra e impide la salida del alimento y el estómago puede llegar a
romperse; si esto sucede el caballo muere.
El alimento pasa del estómago hacia el intestino delgado a través de un
segundo esfínter llamado píloro, que a diferencia del cárdias siempre se
encuentra dilatado para dejar pasar libremente el alimento consumido hacia el
intestino delgado. En el yeyuno, que es una porción del intestino delgado que
lleva a cabo la mayor absorción de los alimentos ingeridos.
En el intestino grueso se produce la fermentación y la degradación de los
alimentos para poder ser aprovechados por el organismo. En esta porción del
intestino se genera mucho gas, si llega a ocurrir que se acumule en exceso,
el caballo no podrá liberarlo y puede provocarle cólico. En estos casos es
necesario llamar al veterinario para que ponga rápidamente en práctica el
tratamiento necesario porque el animal puede morir en pocas horas
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Entre los alimentos que
componen la dieta del caballo se encuentran los forrajes, granos y sus
derivados, alimentos suculentos, suplementos proteínicos y los aditivos, sin
embargo, no todos estos alimentos se ofrecen en la misma proporción a todos
los caballos, dependerá de la edad, estado fisiológico y tipo de trabajo que
realiza el animal.
HENO Y PAJA Heno. Es la pastura sometida a un proceso de deshidratación. El objeto de la henificación es reducir el contenido de agua en los forrajes verdes para poder almacenarlos el tiempo que sea necesario sin que se fermenten o se enmohezcan. El mejor ejemplo de heno es la alfalfa achicalada; deshidratada, una leguminosa altamente digestible para el caballo, además rica en proteínas, calcio y caroteno, por esta razón es muy apreciada por los caballos. Otro tipo de heno es el llamado ray grass, una gramínea menos palatable para el caballo y con menores nutrientes que la alfalfa achicalada. La avena achicalada también se considera un buen heno para el caballo. El heno de buena calidad debe estar fresco, de color verde brillante. Un heno de mala calidad, con presencia de hongos o tierra es perjudicial para tu caballo, sin lugar a duda le causará cólicos y enfermedades respiratorias serias. |
Paja. Está constituida por
tallos y hojas secas de diferentes variedades de plantas cultivadas para
grano después de que ésta a madurado. Cualquier tipo de paja contiene un
pobre valor nutritivo, sin embargo, se debe ofrecer en pequeñas cantidades
para proporcionarle fibra al caballo y ayudarle de esta forma a la digestión.
También ha dado buenos resultados en los animales que muestran nerviosismo,
ansiedad y que piden alimento durante todo el día, ésta es una terapia
efectiva, no sobrealimentamos al caballo ni le provocamos cólicos
recurrentes. La paja de avena es la más utilizada.
Otras pajas como la de trigo y cebada sólo se deben utilizar como material de cama, ya que contienen más fibra que la paja de avena, aumentan la actividad intestinal del caballo y pueden ocasionarle cólicos. Sin embargo, sólo se recomienda este tipo de cama en animales bien alimentados, que no se coman la cama. |
GRANOS Y
SUS DERIVADOS
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Estos cereales presentan alto
contenido de energía y almidones, contenido moderado de proteína, bajo
contenido de fibra y son deficientes en algunos minerales excepto del
fósforo.
Avena. Este cereal presenta alto contenido en fibra, es muy digestible lo que ayuda al caballo a no sufrir cólicos y tiene un alto valor energético, además no necesita de ningún tratamiento antes de ofrecerlo al caballo y es muy apreciado por los animales por su excelente palatabilidad, sin embargo, no se debe ofrecer en grandes cantidades. Maíz. El maíz proporciona poca fibra, proteína y minerales, sin embargo, contiene energía y almidones en suficientes cantidades. Es un cereal bastante apreciado por los caballos por su palatabilidad, sin embargo, se debe ofrecer en pequeñas cantidades para evitar la obesidad y la presencia de cólicos por sobrecarga en la dieta. Cebada. Contiene poca cantidad de fibra, además es duro y presenta cascarilla, por lo que se debe remojar, triturar o aplastar antes de ofrecerla a los animales. Este cereal ha constituido la base de la alimentación de los equinos a través de los años. |
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